Uno de los fenómenos musicales más interesantes de las últimas dos décadas es la folkización de la música rock, la vuelta a las raíces, la búsqueda del sonido más tradicional, la reinterpretación de las músicas locales, una suerte de regionalismo musical que proporciona una variedad de sonidos en la escena rock que, según mi opinión, no tiene precedentes. Nuevas generaciones que no olvidan a sus muertos, pero capaces de transformar lo viejo en nuevo en base a un poroso eclecticismo. Calexico, en este sentido, es una de las bandas más importantes del momento, delicioso ejemplo del neo-folk-rock del suroeste norteamericano.
FEAST OF WIRE es su cuarto disco de estudio, su obra más madura y ecléctica. Su sonido huele más que nunca a frontera, al sigiloso transcurrir del tiempo bajo el sol de Agua Prieta, sobre el plomizo discurrir del Pecos River. Provienen de Arizona, tierras áridas entre el Bosque Petrificado y el Desierto de Sonora, tierras de western, de pistolas al amanecer, y de resacas de tequila, mezclada con mezcal. Su música refleja la onírica narrativa de Juan Rulfo (quizá más en su último disco, Carried to dust), el respeto hacia una naturaleza incontestable, y el lacónico y poético caminar hacia la nada, en busca de la salvación eterna, del merecido descanso eterno de los corazones negros.
Calexico expone en este disco una tremenda variedad de sonidos e influencias, que van desde el puramente mariachi, hasta lo eletrónico, pasando por el jazz o el pop-rock más sencillo. Pero todos los punteos de eléctrica, por leves y sutiles que sean, recuerdan al reflejos del sol sobre el desierto; todos los ritmos, a veces simples barridos sobre el timbal, nos obligan a entornar los ojos, buscando en el horizonte, entre la calima, un rancho que simplemente sacie nuestra sed. FEAST OF WIRE es un disco abierto, uno de los más interesantes y frescos ejercicios de mestizaje sobre una base de rock que podamos encontrar, con intenso sabor a México, a los orígenes del son de Jalisco. Es una de las muestras más originales de hasta dónde puede llegar la música indie en su vertiente neo-folk.
El FEAST OF WIRE de Calexico está lleno de sonidos sorprendentes, de texturas cuasi fílmicas; hay rincones escondidos de mágicos ecos, melodías intensamente evocadoras, hay quietud y esperanzas subterráneas; es, por momentos, el elegante retrato de un hombre muerto. Creo que todos pueden disfrutar con este disco, con cualquiera de Calexico, pero especialmente aquellos que escuchen Devendra Banhart, Iron & wine, Willard Grant Conspiracy, Black keys, o a los Allman Brothers y toda esa estirpe de enormes músicos que hicieron grande a la música americana desde el country, el blues y el rock and roll (Clapton, Fleetwood Mac, Rory Gallagher y un larguísimo etcétera).
Black heart
Quattro
Woven birds
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