ARCADE FIRE (parte 3)



(Continuación)

Trilogía de la pasión vanidosa. (PARTE 3)

Arcade fire no puede mantener el nivel de sus tres pirmeros discos sin que, con el tiempo (poco más), se conviertan en una de esas bandas legendarias que unen, bajo su tranquilizador y perfecto sonido, a padres e hijos, a moros y cristianos y, por momentos, al cielo y la tierra, en una imperturbable y bella harmonía vital.

Cuando puse este disco en el coche, atravesando las verdes tierras de Galicia, Arcade fire me atravesó a mí. El comienzo de muy pocos discos han hecho estremecerse a mi cuerpo de tal manera. Al pasar de The suburbs a Ready to start, un pequeño sollozo de inmensa felicidad, efímera y estúpida, pero tan pura y clara, se desató en mí. THE SUBURBS sigue la linea de los dos primeros discos de este grupo canadiense, demostrando que, lejos de ser un mero espejismo, tienen repertorio para rato, una inagotable fuerza de creación y un estilo que, pese a leves transformaciones, sigue dejándonos boquiabiertos.

THE SUBURBS, sin embargo, es un disco más convencional, con estructuras menos arabescas, más directas y lineales. Quizá hayan perdido algo de profundidad, algo de ese encanto sorprendente. THE SUBURBS es luminoso, sí, pero hay esparcidas ciertas gotas de melancolía a lo largo del Cd que lo hacen menos invulnerable que los otros dos. Quizá lo que han perdido, simplemente, sea la inocencia. La absoluta madurez de su sonido esconde cierto cansancio, una tenue disminuición del entusiasmo, de la frescura, del impactante tono de incompleta esperanza.

En Arcade fire, no obstante, en la perfección y el atractivo embrujo de su sonido, todo eso se convierte en simple adjetivo. THE SUBURBS sigue derrochando detalles de increible belleza, cambios de ritmo, de color, y hasta de inclinación del mundo en sus canciones. Los dúos de voz, la música coral, la excelencia instrumental, el trabajado muro de sonido natural, acústico y grandilocuente, siguen ahí. El eclecticismo (han manifestado que este disco se sitúa entre Depeche mode y Neil Young) sigue ahí; el constante y estimulante acompañamiento de los vientos sigue ahí; la coherente y harmónica compenetración instumental. Todo sigue sonando a Arcade fire, a nuevo y a viejo a la vez. Es un disco largo, generoso, con pocos momentos para la distracción, para la evasión.

THE SUBURBS es un signo más de madurez, un primer síntoma de estancamiento, eso sí, a un nivel estratosférico. Se respira el mismo aire a inmortalidad, la misma atmósfera atemporal, y cuando llega Sprawl II (Mountains beyond mountains) no quieres que el Cd termine. La nostalgia ha acabado con la inocencia, pero no con el genuino e inconfundible sonido de Arcade fire: es solo un matiz más. Como cualquiera de los discos de esta increible banda de Montreal, éste es total y absolutamente recomendable para cualquier amante del indie-rock, del rock, y de la Música.


Ready to start (live)

Empty room (live)

Sprawl II (live)